Texto de Daniel Fischer para Silencio. Palacio del Mate #1 - Muestra Colectiva.

Museo Municipal de Bellas Artes Lucas Braulio Areco.

Posadas, Misiones - Argentina


Jaque “Mate” shâh mâta.

¨El rey no tiene escapatoria, ha sido descubierto¨, el Palacio esta “tomado”.

Acciones artísticas invaden el lugar de manera silenciosa.

 

       1. Acción silenciosa.

Una acción, aunque sea silenciosa, pone en práctica la capacidad del arte. Situar e

integrar recursos provenientes de diferentes dominios y lenguajes para propulsar

ideales y ponerlos en visibilidad. Sin embargo, muchas acciones ponen en evidencia

su condición de pieza “armada”, sus potenciales efectos de desestabilizar, en este

caso particular, el antiguo e histórico Palacio del Mate; Jaque al “Mate”.

 

La densidad critica de los artistas extiende y complejiza el espacio, “embiste” al

individuo, señala y cristalizan el complejo dilema; contraponer la lealtad a uno mismo

-respetando ideas y sentimientos que nos son propios- con la honestidad de un

sistema que supone nos ampara y concede nuestra identidad.

 

El Palacio del Mate, fue inaugurado el 18 de octubre de 1952. Destinado a

expresiones culturales hoy, en sus dos plantas, alberga una gran colección. La

misma está conformada, entre otras cosas, por una serie de pinturas y dibujos del

Ornitólogo Adolfo Neunteufel. Además, posee una serie de Murales producidos

específicamente para el lugar. Hoy muchos de estos dibujos y murales han sido, con

el tiempo, tapados por una precaria y absurda habitabilidad; han construido

paradójicamente una historia ilustrada y permanente del abandono.

 

Bajo una dudosas Boiserie de madera machihembrada y múltiples capas de pintura,

aún perviven iconografías regionales pintadas por René Bruseau. Lo que el

espectador puede ver, es solo una parte de él, debajo hay millones de historias que

se han perdido, silenciado.

 

En innegable luminosidad Georgina Kruk, Soledad Jouliá, Érica Encina, Marcelo

Lomuto, Yiyú Finke, Sonia Abián, Alicia Menises y Paula Urquiza ponen en juego por

medio de distintos dispositivos artísticos los sospechosos olvidos del estado, el

acopio de un acervo que se pierde polvoroso en el tiempo y el regreso silencioso de

lo transfigurado.

 

 

 

 

 

 

      2. Sobre las Intervenciones.

Como dice Vigo: aquí “no se trata de alterar o desviar la circulación corriente del

objeto, sino de señalarlo en su contexto, con el propósito de instalar la deriva poética

en el afuera de la institución arte, en el entorno cotidiano donde la presencia del objeto se

ha vuelto costumbre.

 

Así, Georgina Kruk y Érica Encina, llevan dos danzas al propio seno del Palacio.

Mientras las danzas son puestas en práctica, simultáneas, disimiles y “Sordas”, el

espectador solo puede conectarse con el movimiento. Los floreos se presentan como

una divagación estética que al tiempo se constituye en un sinnúmero de

ambigüedades. Aquí la acción aspira a rescatar y producir extrañamientos para

sospechar y dudar del lugar y del acontecimiento; poner al cuerpo como señal

sublime en contraposición con lo señalado.

 

Soledad Joulia, sin embargo, va tras el sonido y la luz. La voz de Lucas Braulio

–grabaciones encontradas- inunda la sala. Vibran y resplandecen con la misma

frecuencia de un fantasma. El efecto luminiscente apuesta a encontrar la frontera

entre el pasado y el presente, entre la vida y la muerte.

 

Y mientras Sonia Abián, Alicia Menises y Paula Urquiza investigan como

arqueólogas todo rastro evanescente, Yiyú Finke y Marcelo Lomuto ensayan otras

estrategias migrantes. Descentran los aspectos sensibles del mural; incomodan el

orden naturalizado introduciendo un desvío en la percepción ordinaria. Instalan

formas actuales y oníricas. Suspenden inmóviles y pictóricos partículas en

connivencia capaces de desatar asombro y sorpresa.

 

 

Daniel Fischer